Editorial
En pocos días, el país concurrirá a las urnas permitiendo así que los ciudadanos cumplamos con nuestro derecho de elegir las autoridades para los próximos cuatro años.
Nuestro Sector, al igual que la mayoría de los actores económicos, ha venido atravesando innumerables dificultades, consecuencia de una larga cadena de errores en que han incurrido quienes tienen la responsabilidad de determinar las pautas en que debe basarse el funcionamiento económico del país. Las industrias proveedoras no sólo deben soportar la falta de certidumbre para poder planificar su producción, dada las dificultades para importar insumos básicos, sino que, además, se agrega la errática política de controles de precio sobre sus productos, lo que conforma un cóctel explosivo ya que es imposible sostener los mismos, cuando de manera permanente se agregan aumentos en los insumos necesarios para producir.
El Sector Mayorista enfrenta serias dificultades de abastecimiento, y padece cambios cada vez más frecuentes en los precios, ante lo cual el manejo de los stocks es crucial, como así también los precios de venta, que muchas veces son inferiores al costo de reposición, obligando a tomar riesgos que pueden afectar la continuidad. Asumimos que estamos ante una situación límite que exigirá que las autoridades que surjan ganadoras de las elecciones tengan valores morales e idoneidad profesional, y que cuenten con la altura necesaria para conducir un proceso que requerirá del esfuerzo de toda la sociedad.
Gerardo Cima
Presidente de ADGYA
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